La Pancita es el ejemplo perfecto, ya sea por mero gusto o bien para aliviar una resaca, siempre habrá quienes según su paladar, tengan la dirección del sitio más digno representante de este platillo clásico
Nosotros tenemos una historia con un lugar en particular, que sin duda es digna de contarse; hace un par de años por azares del destino, teníamos que desmañanarnos en los rumbos de Eje Central y Av. Salto del agua, por lo que después de una de estas “agradables interacciones” con la burocracia de nuestra ciudad, nos sentimos merecedores de buscar algo sabroso que desayunar
Vagando por la calle de Buen Tono, dimos con esta fachada de azulejos negra con blanco, en la que se anuncia la "Rica Pancita Anita" y para nuestra sorpresa y particular horario (11 a.m.), el cual ya creíamos apropiado para degustar un buen plato, ¡El lugar estaba listo para cerrar!
Pero por fin llegó el día que planeamos para conocer aquel lugar, salimos de casa a eso de las 7 a.m. ahora si no habría poder humano que nos impidiera cumplir con aquel reto
Algo que identifica a los lugares de Pancita es esta relación con la tauromaquia y la decoración, de tal manera que gustosos o no de esta tradición, nos hace sentir acogidos; en este lugar no es la excepción, además de compartirnos una pared a manera de cuadro de honor, en donde presumen la cantidad de celebridades que han visitado en algún momento esta leyenda de lugar.
En nuestra mesa ya se encuentra el servicio: unos buenos chilitos de árbol fritos bien dorados para que puedas deshacerlos en tu plato, salsa martajada de jitomate y chile verde, cebollitas curtidas con habaneros ¡Uff!, salsa macha (de chile de árbol) limoncitos, orégano, chile piquín, cebolla cruda y por supuesto una orden de tortillas de maíz hechas a mano al momento.
Ahora si es tiempo de ordenar y el menú que está en la pared nos indica que hay dos opciones: Chica y Grande, a pesar de que la diferencia de precio es mínima te recomiendo que si no eres de buen colmillo pidas la chica, pero si eres un entusiasta que se tomará su tiempo, adelante con la grande.
En este caso lo mío es el plato grande surtido, este lleva (pata, libro, callo, cuajo y panza) o bien puedes pedirlo con lo que más te guste.
Siempre que pruebo un plato de panza, hay algo en el caldo que marca la diferencia y esto es la consistencia, la cual no se obtiene tan fácilmente según nos platica Juan Arias el dueño del lugar (tercera generación a cargo de el) y además único conocedor de la receta secreta.
Y es que a esta no le sobra ni le falta nada, la consistencia es perfecta, entre espeso y caldoso, con todo el sabor de los chiles pasilla y ancho, los cortes de la carne son ideales para taquear y que mejor que acompañarla con una cervecita bien fría ¿Hasta dan ganas de estar crudo o no? Como es costumbre, si se quedan por ahí algunos trocitos de carne, la caza invita el refill de caldo.
Hay mucha gente que rehuye a este plato, pues es común que los lugares en donde se prepara sean demasiado “olorosos”, pero aquí es donde entra la experiencia de un lugar con 61 años de servicio y que como nos platican, no sólo tienen este tiempo comprando el producto al mismo rastro, sino que juntos han mejorado sus estándares de calidad y limpieza, sumado a que por la ubicación en una zona habitacional tienen que ser discretos y cuidadosos con la limpieza de su establecimiento.
En definitiva si hablamos de servicio y calidad Pancita Anita es el gran representante de lo que el paladar más exigente en materia de este plato podría pedir.
Aquí les dejo la dirección y horario de servicio para que se lancen a disfrutar de este gran lugar:
Buen Tono #26 Col. Centro en la delegación Cuauhtémoc a una calle del Metro Salto del Agua muy cerca de Av Eje Central Lazaro Cardenas
Horario de 8:30 am a 1:30 pm
